En este proceso, es importante elegir empresas que tengan todos los registros y que realicen trabajos de calidad además de utilizar materiales de alta calidad como Kevlar® de Carolina Ballistic®.

A la hora de entregar el vehículo, la blindadora debe suministrar varios documentos que certifican la calidad del servicio y de la empresa. Entre esos papeles están la descripción de los materiales utilizados y sus certificados balísticos, el nivel de resistencia del blindaje y la validez y rastreabilidad de los productos. El consumidor debe asegurarse que su vehículo haya sido blindado con materiales de alta calidad de empresas reconocidas en el mercado.

Como el proceso de blindaje involucra, la desinstalación y posteriormente la reinstalación de algunos componentes del vehículo, este trabajo dura entre 30 y 45 días. Durante ese período, la mayoría de las piezas del vehículo son retiradas, ya que les serán aplicados los materiales del blindaje (vidrios, aceros y Kevlar®).

Por lo general en los espacios como cerraduras y manijas, el revestimiento es hecho con acero balístico. Este evita que el blindaje tenga lugares sin protección o huecos balísticos.

Uno de los últimos elementos que se blindan, son los cristales. Estos son revestidos con policarbonato, un material bastante resistente. Las ventanas quedan más gruesas con respecto a un vidrio original o de fábrica. Otro punto importante, es que el peso de las ventanas aumenta considerablemente y por tal motivo y en algunas ocasiones, el motor de las mismas (que ayuda a abrir y cerrar las ventanas) tiene que ser sustituido por uno de mayor potencia.

Con tantos procesos y etapas que existen para blindar el vehículo, lo ideal es que el propietario visite la empresa de blindaje durante este periodo para acompañar el servicio hecho por la empresa blindadora y poder ver su vehículo cuantas veces quiera durante el proceso de blindaje.